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“NO PASARLE KVIDA AL TIEMPO más que muestra es una mostra” dijimos en
vísperas de un montaje salvaje. El Vendaval activa desde 2014 en el espaciotiempo
de un taller cargado de intensidades, sentimientos encontrados e
imaginaciones críticas que hacen zig zag entre el arte, los encierros y el activismo.
Nos mueve la emergencia de pensarnos menos encerradxs, de diagramar
conjuntamente estrategias para la vida y alianzas con las que enfrentarnos a las
violencias que nos desarman y nos repliegan sobre nosotrxs mismxs. Combatimos
las rejas y los verticalismos. El Vendaval es una fábrica horizontal de ficciones que
imagina posibles horizontes donde tiembla la imagen sospechosa del futuro.
Improvisamos modos de acción para estallar y dar forma a las serpientes del
recuerdo que retornan como flechas, y se vuelven pilas de hojas escritas en birome:
tenemos tantas cosas que decirle al odio.
Cosas que muestran lo que pasamos y lo que queremos mejorar. Poco a poco, paso
a paso. El combate a las murallas y sus mil formas. La posibilidad de liberar en un
relámpago el ánimo violento y triste de la espera.
Abrazamos el antipunitivismo. Nos empuja un sentir incendiario que exige el
desarme de todas las prisiones. Las de concreto y las de aire, las de los cuerpos y
las de nuestras mentes.
Creemos en la fuerza de lo insignificante. Por eso estamos acá.
Nos retumba la voz de Angela Davis gritando por la abolición de nuestras
mentalidades carcelarias, de la prisión que es una gran industria y un negocio, de
toda una cultura del castigo y la repetición que nos devuelve siempre al mismo
punto de la injusticia, el estigma y el racismo.
¿Qué otro mundo nos vamos a permitir imaginar?
(El Vendaval colectivo-taller cuenta con el apoyo de la Secretaría de Extensión Universitaria de la
Facultad de Bellas Artes de la UNLP desde 2015 y de las Becas a la Creación del Fondo Nacional de
las Artes 2018-2019)
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