El edificio y su meta.
Los tratadistas del renacimiento analizaban los componentes
de la edilicia en alusión directa al rostro humano: la puerta era la boca, las
ventanas los ojos, etc. En el siglo XIX, Ruskin rescata del olvido la arquitectura
del medioevo, y entonces ya hablamos de todo un cuerpo material (osatura,
pieles) y
social (el edificio es el fruto maduro del orden moral).
“Las siete lámparas de la arquitectura”, ilumina la llegada
de las fuerzas de la modernidad. Por caso, el primer slogan de la Bauhaus: construir la
catedral del socialismo. Menudo puente.
Poco antes se escuchaba decir a los organicistas, como
Wright, que no hay una sola parte del cuerpo simétrica, por tanto la
arquitectura debía serlo.
El cuerpo es el gran museo de la forma, formas que lo
acompañan hasta hoy, en su etapa de materialidad mutante al servicio del deseo
y del mercado. Una cosmética del vacío acorde a la contemporaneidad.
Las tetas grandes tapan la lisura del alma, y el edificio
queda igual de herido bajo el revestimiento nuevo, bajo la refacción reciente;
otra vez bajo la voz chillona de los hombres. El edificio y su meta, se
desconectan. El edificio quiere hablar de esto. Los que construimos queremos
entender ese lamento elemental.
El museo
Se ve cansado de sumar agujeros en cada muestra. De sumar
las restas institucionales. Cansado de los caminos del arte, y de los artistas.
El “stress” del museo, sirve para nombrar el hastío de los espectadores ante el
“milagro” de la obra. Pero nunca se menciona al contenedor como objeto de cura.
Un buen plan de evasión, debiera pretender “sanar” al museo,
y de esa salud contagiar al secretario, al paseante, al artista, y por
elevación al arte. Cuando se empieza por los humanos los logros han sido bien
magros.
Es casi obligatorio para un arquitecto, postularse como
sanador de obras. Y evitar toda alopatía. También Freud empezó una tarea: “aquí
por primera vez se interpretó un sueño”…
Etapa uno
Es urgente “sanar” al museo. No hay desarrollos en este
sentido. Sólo casos de reciclaje, conatos de refuncionalización.
Usaremos, a modo experimental, siete técnicas sencillas
aguardando un resultado.
A modo de terapéutica tentativa
- ungüento
- ventosas de vidrio
- homeopatía
- luz curativa infrarroja
- reiki
- compresas de ajo
- barro curativa