Propaganda Mecanismos y patrones Pablo Perez Torres febrero marzo 2022

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Propaganda propone una reunión de artefactos que dan cuenta a través de un sistema de intervalos potenciados por figuras puras y líneas como vector, un abanico de posibilidades dentro de un imaginario, que nos devuelven o atraviesan lo correcto y lo incorrecto para incomodar o sumergirse en una reflexión.


A través de diferentes procedimientos vinculados a la búsqueda y experimentación con materiales elijo poner el sentido en la producción de objetos, atendiendo a sus procesos de transformación mediante la investigación vinculada a las prácticas artísticas. Se trata de una reflexión que parte de lo formal para visibilizar modos de pensar una realidad diversa. Entonces busco crear una sistematización de pruebas y experiencias sobre la materialidad, investigo y pongo a prueba características propias en su diversidad; ejecuto acciones como fusionar, atravesar, fragmentar, adicionar, superponer, repetir, perforar, expandir, apilar, unificar en el encuentro de ideas, de formas y técnicas para producir un diálogo con la realidad propia de un contexto, y transformarlo.

Es importante distinguir tres conceptos: Acción / Material / Forma que asociados operan y radican las estrategias para producir sentido.

La acción es dominar, la materia se somete y la forma es el resultado que deviene en obra. El proceso es lo que ha podido condensar estos conceptos y ponerlos en una práctica casi adictiva, sin fin. Probar y explorar hasta dónde y cuándo avanza el cuerpo, la materia y el sentido, dieron lugar a un estado de dominación.


Una nueva configuración, un nuevo artefacto que surge a partir de esa lectura del material, de ese proceso de entendimiento, de esa conversación o esa danza.

La fragilidad de los cuerpos se pone en evidencia a través del recurso del montaje, para visibilizar un posible estado en un acto intimidante.

La interrupción es una suspensión temporal de la ejecución en proceso, donde se puede hallar, en un estado más próximo, un sin fin de variables.

 

 Esto provoca por decirlo de alguna manera un acto intimidante,  un lugar donde se configura un sistema de artefactos a la manera de simulacros que devienen en cuerpo perse, para descubrir momentos que habilitan a una teatralidad.

Esta configuración da como resultado una multiplicidad de gestos que nos interpelan a partir de ciertas oscilaciones que se manifiestan en acciones.



Pablo Pérez Torres 


De una resonancia, una tensión, una dislocación, un corte brutal y placentero, un

momento de diálogo y grito, de un eco que no vemos pero que sí escuchamos. Del

cuerpo que vemos en Hacia la cinchada (1935, Antonio Gargiulio) a la diseminación del

cuerpo, la materia y las formas en Propaganda. Mecanismos y patrones (Pablo Pérez

Torres), de ese pasaje de una intervención a otra, algo atraviesa las palabras, los sonidos

y la realidad. Algo construye un viaje, pero no un viaje en el tiempo, un viaje en el cuerpo

y en su incomodidad, su ruptura, su suspensión. Ese viaje que parece construirse con

impresiones que quedan en el cuerpo, con resonancias.

Resonancias que nos quedan dando vueltas alrededor del cuerpo, un reflejo de la

humanidad y un reflejo-otro en las formas, en las partes del cuerpo y en algo que

interrumpe la ficción humana. De un lado, el cuerpo humano representado parece buscar

una realidad que busca reflejo, del otro, el cuerpo se vuelve artefactos, formas, cortes,

líneas, sexo, cadenas, ternura; fragmentos que dilatan, abren, potencian, imcomodan,

re-acomodan y dislocan.

El cuerpo se vuelve exposición, instalación, parte de una intimidad adictiva, una intimidad

abierta y suspendida en el mismo proceso que no termina. Eso contenido, el cuerpo

cincelado, se vuelve montaje que irrumpe y visibiliza la fragilidad de los cuerpos, la

fragilidad de una lectura que se vuelve conversación y danza. De una forma a otra, de un

modo a otro, se contrae el mundo y la realidad se interrumpe, se vuelve un instante

detenido en el pensamiento y en la obra, la suspensión de un mundo que queda en otra

realidad.

La visibilidad desobediente de modos de producción-otros, del tiempo que sigue y se

detiene, de los modos que yacen debajo de la piel (y debajo del cuerpo) y se construyen en

otra materialidad, en la producción de objetos, en la producción de una realidad o varias

que no son suficientes, en la producción de conocimiento subversivo, incómodo,

suspendido. La investigación se abre al arte y la instalación confronta el cuerpo para

transformar la realidad. O al menos, detenerla en un gesto implacable y silencioso.

En el diálogo, en la comparación desobediente y el intercambio incorrecto, sacrílego, algo

se subvierte y une lo imposible. O quizás, no era tan imposible y simplemente se trataba de

un estado latente, de algo que estaba esperando romper la forma y convertirse en una

interrupción-instalación-cuerpo que durante un instante dilata el tiempo y nos abraza.


Facundo Saxe

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