TESTO. Lucas Di Pascuale.
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Testo. Lucas Di Pascuale.
Este año, Lucas Di Pascuale, continuando con su propuesta de retratar
libros, indagar el concepto de fragmento e incorporar la mirada y pensamiento
de los otros en sus trabajos, emprendió la tarea de trabajar conjuntamente con
la bibliotecaria del Museo a través de un diálogo a distancia. La propuesta era
simple: Mónica seleccionaría de la biblioteca los libros que ella quisiera que
Lucas retratase. El área de Multimedia del Museo fotografiaría los libros y de
esas imágenes Lucas seleccionaría fragmentos que, cual copista, iría retratando
para luego formar parte de la muestra.
Uno de los modos de organización de las bibliotecas, más allá del
sistema de Dewey, suele ser por autores. Al sacar algunos libros de los
anaqueles, los que queden ahí, vuelven a reacomodarse y así, como en una
coreografía letrada, la mirada los vuelve a reacomodar. Quienes pasan horas y
días frente a ellos, suelen recordar, por algún gesto mínimo (un espacio
extraño, la distancia en el estante, el tamaño del libro vecino) a los que
antes estuvieron ahí.
En esta oportunidad, los espacios que los libros elegidos por Mónica
dejaron en la biblioteca, se transformaron, como en el concepto mismo de
fragmento que pueden observarse en los dibujos de Di Pascuales, en huellas de
movimientos que, en un ejercicio compartido, se alejan de la idea de totalidad,
de la hegemonía del autor y reconstruyen así, conjuntamente, nuevos lugares
para la memoria y la mirada.
Equipo curatorial Microespacio
Una muestra de dibujos desde
la biblioteca
Es
recurrente la idea de que el dibujo es una forma de conocimiento, una forma de
ver. Sin dudas, lo es. Vamos a agregarle, también, que es una forma de
teletransportarse, relacionarse, encarnar, equivocarse, recordar, escribir –no
olvidemos la manuscrita – y seguro hay más.
Lucas
nunca visitó la ciudad de La
Plata , pero dibujó desde la biblioteca del Museo Provincial
de Bellas Artes. Resalto ese desde, no es un error –aunque el error
también es parte importante del dibujo, pero eso va más adelante–, es un
afirmación que encierra un acto de fe. Lucas y Mónica, la bibliotecaria del
museo, entablaron un diálogo vía mail. Él le pidió que le enviara fotos de los
libros que ella le gustaban. Ella no supo bien qué hacer –como una dibujante
frente al papel en blanco–; luego buscó, fotografió y envió. Él dibujó
fragmentos.
¿Cómo
Lucas dibujó desde la biblioteca si nunca vino a la ciudad? Voy a dar
algunos indicios que pueden servirnos de guía. El 23 de abril Lucas publicó en
su perfil de facebook un dibujo de un afiche de J. C. Romero (fallecido el día
anterior). Un homenaje, una forma de ser otro. Una encarnación a la manera de
Lucas, del dibujo. Me detengo en el momento del hacer, en el instante en el que
pintaba con un lápiz amarillo el plano de fondo del afiche y con negro cada
letra. Lucas y Romero hicieron cuerpo en ese instante, ¿qué habrán sentido? El
dibujo es parte inseparable de este ritual, el tiempo del dibujar lleva la
experiencia al extremo, se comienza y se termina en pocas horas o minutos.
Volvamos
a Testo y a cómo Lucas hizo los dibujos desde la biblioteca sin
visitar la ciudad. Revisemos la forma de relacionarse que propone el dibujo
–recomiendo no confundir esto con arte relacional, es otro cantar–. Cito a
Lucas hablando hace unos días en una plaza pública de Tucumán con un megáfono:
“... ese estar yendo hacia un lugar inesperado, hacia eso otro que no se
conoce, ese sería el lugar del arte porque los que están y conocemos no son los
importantes...”. El dibujo es una de las mejores herramientas para hacer esto.
Mónica y Lucas entablaron una relación particular posible solo a través del
dibujo. Ella eligió cada imagen porque le gustaba o por su valor histórico,
pero también pensando en cómo él haría para dibujarla. Podemos traer esto más
cerca y pensar situaciones en las que el dibujo forma parte de la vida y la
comunicación: hacer un mapa, explicar dibujando o escribir una carta en
manuscrita. Si hablamos de la forma de relacionarse que propone el dibujo, hay
bocha de ejemplos. Voy a nombrar los clubes, que son lugares de encuentro de
especialistas y amateurs. El club del dibujo de Rosario, que tomó
diferentes formas: fue encuentro con intercambio, taller, pizarra colectiva,
entre otras. El club del cuaderno de La Plata , que propone juntarse en diferentes sedes a
dibujar sobre cuadernos colectivos y pasar la tarde.
Se me termina la hoja y falta hablar del dibujo como
equivocación, fundamental para entender esta forma de trabajo. Durante mucho
tiempo se propuso la idea de boceto para contener la energía del error, solo
una forma de enmascarar lo que el dibujo en esencia es. Me quedo corto, veamos
cómo sale la muestra, escribo este texto sin conocer el montaje definitivo. Lo
importante es que la biblioteca del museo reabrió hace unos meses luego de
estar años cerrada por falta de lugar e interés político. Lucas y Microespacio
vuelven más pública la biblioteca y sus personas. La biblioteca, ese otro
de este museo, cuenta con una colección de libros inimaginables pero aún sigue
sin tener un espacio digno.
Dani Lorenzo
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