Todo es niebla y apariciones. Todo son islas saliendo más o menos del mar. Y todo es lo contrario a todo. Mi todo es más por intensidad que por extensión, por conquisa. Todo son pedazos y errores en la niebla, que por el hecho de ser apariciones se vuelven atrapantes. Cosas que se vuelven brillantes, luminosas, encantadoras aunque provengan de las brumas del...